............El lunes, mientras aguardaba un tren en la concurrida estación de Atocha, vi a un intérprete de envergadura esperando el suyo a Colmenar Viejo, con la mente perdida, como ha de ser, en un libro que no pude identificar. Sin duda, se trataba de Javier Aller, cuyo personaje más célebre es uno de los alienígenas que alteran el rutinario entorno de P. Tinto y de su desprendida media langosta, a los que ya no ilusionaba ni un buen par de tirantes. En una escena de la divertidísima película que rodó su tocayo, el pequeño y entrañable extraterrestre —ni ET, ni Pujol ni carámbanos fritos—, después de un trago a una botella, declara: “Qué gran invento, la gaseosa”, y acto seguido, eructa que es un primor.
............He de confesar que tuve el impulso de colocarme a su lado y, como quien no quiere la cosa, beber de mi lata, comentar: “Qué gran invento, el ferrocarril” y, a continuación, eructar sonoramente. Pero sospecho que no habría valorado como es debido tan sutil e ingenioso homenaje.
............He de confesar que tuve el impulso de colocarme a su lado y, como quien no quiere la cosa, beber de mi lata, comentar: “Qué gran invento, el ferrocarril” y, a continuación, eructar sonoramente. Pero sospecho que no habría valorado como es debido tan sutil e ingenioso homenaje.
3 comentarios:
Joajoajoa...valió la pena la espera. Sólo un pequeño "pero": podrías haber añadido otra etiqueta más: "Gases", "Cámara de gas" si lo prefieres. Ya sabes...yo también publico aquí, no estaría de más poner una sección de pedos y eructos. Y otra de caca.
Señores, sé que empecé yo y ahora todos quereis imitarme. Pero a este paso corremos el riesgo de hacernos un nombre en la blogosfera como 'el blog más escatológico de las letras hispanas'.
Avisados quedais.
Me temo que no se trata de una imitación: las propias circunstancias de la vida nos empujan a hablar de estas cosas. Casi podría decirse que es nuestro sino (sobre todo, el de Rosawn). Pero no hemos de tomárnoslo como una bajeza intelectual, porque nadie lo pensaría de Quevedo.
Así que prepárense para mi próxima encíclica pagana, De escathologicae vitae. Seguro que será un gran éxito... Sí, Rosawn, ya te voy reservando un ejemplar.
César
Publicar un comentario