............A la edad de nueve años entré en un grupo 'scout' de Alicante. Sólo me bastó una ronda solar (es decir, un año) para hacerme veterano. Así de cambiante es el mundo de los intrépidos exploradores que buscan gamusinos. Por aquel entonces entró en el grupo un muchacho al que conoceremos con el nombre en clave de Patatita. Éste es únicamente uno de los numerosos apelativos con los que se le ha conocido a lo largo de los últimos quince años. Suele caer tan "simpático" que arrastra a su paso una pila de motes dignos de un futbolista sudamericano: Hombre Boya, Gordo Comunista o Gordo Cabrón son algunos de los más conocidos.
............Patatita era un niño follonero. Todos nuestros 'scouters' —monitores— lo decían. Todos los 'scouts' lo pensábamos. En su primer campamento de verano hizo una amplia demostración de las cualidades que lo adornarían durante el resto de su vida en una sola acción: desoyó consejos, tropezó, rompió algo ajeno, se rompió algo propio y blasfemó. Todo eso en diez segundos. Un verdadero 'crack'. Y ahora os explico qué pasó:
............A aquel campamento Mirmana también asistió, que por entonces aún era una joven 'scout'. Ella y sus compañeros hacían cosas guáis. Como, por ejemplo, cometas con papel de periódico para hacerlas volar. Mirmana, que no debía estar fina aquella mañana, no conseguía terminar su cometa. Pero al fin, poco antes de la hora de comer, consiguió acabarla. Allí estaba la cometa, sí. Pero estaba en muy mal lugar: en el camino de Patatita. Nuestra 'scouter' de turno advirtió a Patatita que no andara por entre las bancadas del comedor, que podía caerse. Pero él no hizo ni caso, claro. Y escogió la bancada en cuya mesa se encontraba la cometa de Mirmana para hacer su particular actuación. Ella vio venir el peligro y gritó: "¡Cuidado con la cometa!". Pero fue demasiado tarde. Patatita tropezó, se golpeó la entrepierna contra la bancada y no encontró más sujeción que la cometa hecha con papel de periódico de Mirmana. La cometa se rajó. Él se hizo un cárdenal del tamaño de Texas y soltó un quejumbroso: "¡Me cago en el mismísimo!"
............La siguiente imagen que tengo en la cabeza es de mi hermana intentando darle una paliza —literal— al grito de: "¡Me cago en su p**a madre! ¡Niño de los coj**es! ¡Te voy a dar de host**s hasta que nos volvamos a Alicante!". Tuvieron que cogerla entre dos fuertes muchachotes que apenas podían reducirla. Y quince años después, Mirmana aún le guarda rencor.
............Ha trabajado durante mucho tiempo en Telepizza. Lo curioso es las razones por las que empezó a trabajar (en principio para unos meses) y acabó estando más de cinco años. Con el carné de coche recien sacado cogió el coche de la madre de un amigo suyo —su amigo iba de copiloto— y se fueron a dar una vuelta. Por una calzada de velocidad máxima de cuarenta iban a ochenta y se comieron uno de esos agradables badenes que hay en las avenidas demasiado largas. El motor del coche se cayó al suelo. Así que comenzó a trabajar en Telepizza para pagar la reparación. Y durante cinco años no pudo dejarlo porque siempre enlazaba alguna denuncia o alguna reparación propia o ajena y necesitaba el dinero.
............Patatita ahora está en el hospital, el pobre. Tiene la vesícula con más piedras por quitar que Pompeya. Todo por culpa de su vida repleta de excesos digna del Elvis de la última época. Esta vida de excesos está marcada por constantes meteduras de pata, salidas de tono ante las autoridades locales y nacionales —fue denunciado y llevado a juicio por decirle a una patrulla de la policía local que les iba a poner una bomba lapa en el coche—, salidas de la carretera con su coche —se cayó al cauce del río Segura con él— y hacer verdad la máxima de que "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". Aunque para él debería existir una variación: "Patatita es el único animal que tropieza diez o doce veces en la misma piedra pese a la advertencia de quienes le aprecian*, además de las autoridades pertinentes y las señalizaciones al uso".
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............*Parece incomprensible que alguien pueda apreciarle después de conocer este tipo de aspectos concernientes a su vida. No obstante, cuando consigues que no coja el coche, que no haya un botellón de por medio o esté de resaca, que no esté cerca la Policia Local, la Policia Nacional o la Guardia Civil y, sobre todo, cuando no haya ningún objeto que te pueda romper, es un muchacho agradable.
1 comentario:
Como suele decirse, este muchacho está en el mundo porque tiene que haber de todo. Y eso me recuerda a una que yo me sé... Ay, no; calla, ¡que me hipertenso!
César
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