............Días antes de cumplir quince años hice una acampada en la isla de Nueva Tabarca (a orillas de Alicante) con los 'scouts'. La primera mañana de aquel fin de semana estábamos bañándonos en las rocas cuando yo, torpe de mí, resbalé y me pegué un costalazo. Mis dedos del pie derecho me dolían cosa mala. Tan inexperto era que dejé el diagnóstico de las consecuencias para mi monitor: un veterinario. Un consejo, nunca dejéis que un veterinario os diagnostique una herida. Si os encontráis en un mundo postapocalíptico y caéis desde treinta metros de altura y vuestra pierna se empieza a poner negra y vuestro único compañero es un veterinario, amputárosla sin dudarlo. Sobre todo si estudió en Murcia.
............Mi querido monitor me dijo que lo que me dolía sólo era el golpe. Y yo, ingenuo de mí, le hice caso. Me pasé dos días andando como si fuera Gregory House por la isla. Sin bastón, eso sí. El caso es que la "bellísima" isla de Nueva Tabarca (fundada por piratas italianos que se amotinaron en el barco que les llevaba a la cárcel de Tabarca, en las costas italianas) no está ni asfaltada, sino llena de piedras que se iban chocando con mis maltrechos dedos.
............El domingo por la tarde, tras marearme en el barco de vuelta (el mítico Kon-ti-ki III) y echar la papa por la borda, mis padres se empeñaron en que fuésemos a Urgencias, temiendo que yo tuviera un dedo roto. Afortunadamente el médico de turno tranquilizó a mis progenitores:
............—Señores, su hijo no tiene un dedo del pie roto.
............—Uf... Menos mal.
............—Tiene dos dedos del pie rotos.
............Socabramos...
............Mi querido monitor me dijo que lo que me dolía sólo era el golpe. Y yo, ingenuo de mí, le hice caso. Me pasé dos días andando como si fuera Gregory House por la isla. Sin bastón, eso sí. El caso es que la "bellísima" isla de Nueva Tabarca (fundada por piratas italianos que se amotinaron en el barco que les llevaba a la cárcel de Tabarca, en las costas italianas) no está ni asfaltada, sino llena de piedras que se iban chocando con mis maltrechos dedos.
............El domingo por la tarde, tras marearme en el barco de vuelta (el mítico Kon-ti-ki III) y echar la papa por la borda, mis padres se empeñaron en que fuésemos a Urgencias, temiendo que yo tuviera un dedo roto. Afortunadamente el médico de turno tranquilizó a mis progenitores:
............—Señores, su hijo no tiene un dedo del pie roto.
............—Uf... Menos mal.
............—Tiene dos dedos del pie rotos.
............Socabramos...
15 comentarios:
Yo contemplaría la posibilidad de que tu monitor te despreciara y que por eso te dejara sin asistencia médica un par de días, mientras se regocijaba viéndote retorcerte de dolor.
No es lo que yo hubiese hecho, ¿eh? Es sólo una idea.
Turururú, lalalalá, pirurirurí, tototototó...
¡Primer!
¡Segun!
Olvidaba meterme contigo: ¡menudo escaut estás hecho, que te meten en un barco y vomitas! Olvídate de ayudarme a cruzar la calle cuando sea vieja. O de venderme galletas. O de subirte a mi casa flotante y acompañarme a buscar gamusinos.
Los dos comentarios anteriores eran de prueba, éste ya no. Éste es sólo para comunicarte que ya no voy a poner más comentarios en esta entrada.
Probablemente.
Hola. He pensado que te desilusionaría mucho ver que tienes otro comentario más, pero que también es mío.
Saludos. Sólo soy un lector anónimo que pasaba por aquí. No tengo nada que ver con Rosawn, ni siquiera sé quién es. Que no te engañe el hecho de que haya publicado el comentario unos minutos más tarde que ella. Besitos.
Oh, recontracarámbanos. Qué inesperado. Un lector anónimo. Me pregunto quién será... Me lo pregunto y a la vez no puedo evitar sospechar que se trata de una jovencita, atractiva e inteligente, perspicaz y vivaracha, de amplio y turgente escote y mejillas sonrosadas. Y amplio y turgente escote. Muy amplio.
¡Vuelve pronto, encantadora Anónimo! ¡Haznos reir y soñar con tus comentarios!
De repente he sentido la necesidad de preguntarte si conoces el significado de la palabra 'floodear'. Yo tampoco.
La verdad es que yo en realidad no quiero publicar tantos comentarios en tu entrada, Josef, pero he recibido un correo 100% fiable de los dueños de Messenger, Andy y Jon, en el que dicen que si no publico al menos cincuenta comentarios en esta entrada el icono del msn se volverá granate con topos amarillos, y no pasará nada, pero queda muy hortera.
Me indican por el pinganillo que haga ya el favor de acabar con esto, que mucha gente estará recibiendo estos comentarios en sus respectivas bandejas de entrada de correo electrónico y se van a molestar.
Y vaya, es verdad. No se me había pasado por la cabeza. Pero esto lo arreglo ahora mismo:
¡¡¡Un saludo y un beso muy grande a todos!!!
Ya está, perdón por no saludaros antes. Os amo como el príncipe de Beckelar ama en secreto a Chiquilín Osito en las cuadras del castillo por la noche cuando todos duermen, bellos efebos.
Me indican por el pinganillo que me vaya a la mierda.
Oiga, que se me ha aparecido Pitágoras y me ha dicho que por favor, que escriba un último comentario, que si no se quedan en once, y doce es un número más armonioso. Y yo cuando Pitágoras me pide algo, no me puedo negar. Menos cuando me pide un griego.
Josef, que mira, que he pensado que podríam¡¡¡BANG!!!
[USER DISABLED]
[PUN INTENDED]
Bien, parece que solucionados los pequeños problemas técnicos podemos continuar con la programación habitual.
¡Muchas gracias!
Por esa época (o anterior) yo iba de colonias a Alicante y veía Tabrca de lejos. Me dijeron que no fuera nunca allí, que era una isla productora de náufragos y cojos.
Por cierto, ¿habéis visto a Roxawn?
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