............Mis padres se están planteando la posibilidad de celebrar la Semana Santa viajando a Roma. Como soy un tipo muy considerado y un hijo ejemplar, me he puesto a sondear a mis amigos por ver si alguien me puede prestar una guía de la ciudad de los césares:
............—Tú, que viajas tanto..., ¿no tendrás, por casualidad, una guía de Roma?
............—Sí, tengo una.
............—Tú, que viajas tanto..., ¿no tendrás, por casualidad, una guía de Roma?
............—Sí, tengo una.
............—¿Me la prestas?
............—Bueno, pero no sé si te va a servir... Hace mucho que fui y la guía no es muy moderna.
............—Tranquilo, Roma tampoco.
............Debería valer. A fin de cuentas, no creo que el Ayuntamiento romano traslade el Coliseo para pasar el mocho.
2 comentarios:
Mientras no llegue un Papa al que haya que apodar 'el pocero'... Esa guía te servirá bastante bien.
jajajaja, ya te digo. Unos compañeros de mi padre, que son italianos, le contaban que cada vez que hacían obra en sus casas, se enocntraban ruinas romanas, y lo que hacían era taparlo todo para que no les pillaran y pudieran seguir haciendo obra. xDDDD
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