miércoles, 11 de noviembre de 2009

Los feos también se mueren

............Cuando una va al cementerio a pasar una tarde divertida y agradable, lo último que espera es que acabe resultando una experiencia triste y deprimente. Pues eso mismo me ocurrió a mí. Pensaréis: “¿Triste y deprimente? ¡Imposible! ¿A qué clase de cementerio acude esta curvilínea y sensual femella?, ¿al de Hello Kittie?”. Pero así es, del todo cierto. Borrad de vuestro asqueroso careto esa ofensiva mueca de incredulidad y disponeos a leer una estupenda historia llena de terror, odio y absoluto desprecio por la lógica y la decencia. Y, además, tan cierta como que a Punset le queda un corte de pelo.
............Era una tarde perfecta: hacía frío y estaba nublado, con amenaza de pronta oscuridad y lluvias repentinas. Mi primer 1 de noviembre en el cementerio empezaba con buen pie; la ilusión se revolvía en mis intestinos y dilataba mi ano mientras fantaseaba con fuegos fatuos, misas negras, necrófagos, necrófilos, necrofagófilos y necrofilófagos. Nada me hacía sospechar que ya los primeros paseos entre las calles de Villa Tieso serían decepcionantes: los fuegos fatuos eran unos poco espectaculares cigarros encendidos; lo más parecido a una misa negra que presencié fue un corro de señoras cotorreando, ataviadas con sus chándales-pijama ceremoniales; el grupo de los “necros” se componía básicamente de señores con camisetas del Real Madrid CF y más viejas en chándal-pijama, y para colmo, ninguno de ellos comía o fornicaba nada descompuesto. A pesar de este primer disgusto, me rehice como pude e intenté continuar con buen ánimo mi excursión por el valle de la muerte, pero me fue imposible. Esperando encontrar consuelo en los panteones y los nichos, con sus tenebrosas fotos de fallecidos y sus lacrimógenas inscripciones, comprobé que absolutamente TODAS las señoras enterradas allí eran uno de los de Cruz y Raya disfrazado de vieja.
............En ese momento mi sangre empezó a hervir, pero me contuve, tal vez presagiando que lo peor estaba por llegar. Mientras caminaba apretando puños, noté una mirada en la nuca. Me giré y allí estaba, en el nicho que acababa de pasar, la fotografía del hombre más horrendo, más absurdamente atrofiado y feo de cojones que vi jamás. Fuera cual fuera su estado de descomposición actual, su cadáver tendría mucho mejor aspecto que su foto. Lo único con lo que la naturaleza había bendecido a aquel hombre había sido con una muerte prematura, sin duda alguna. Y, entonces, cuando fui a buscar el nombre de aquel infortunado hombrengendro, toda la rabia contenida hasta el momento afloró en mi abultado y firme pecho. El nicho pertenecía... ¡a la familia HERMOSO! ¡¡¡Ese infraseñor se llamaba Don Hermoso!!! ¿¿¿Pero qué clase de broma macabra era ésa??? Empecé a fantasear con la idea de sacarme del bolsillo un cincel imaginario y terminar para siempre con aquel monumento al despropósito. Me vi a mí misma cambiando “Familia Hermoso” por “Familia FEO DE COJONES”, y a continuación añadiendo: “Tu mujer y tus hijos nunca te olvidarán... PORQUE NO PUEDEN, CABRÓN”. Pero lo dejé estar, y salí de allí lo más rápido que pude, furiosa.
............De nada habría servido, en cualquier caso. Todo el maldito lugar era un atentado al buen gusto y la coherencia: nichos adornados con cactus gigantes, propaganda del Carrefour apilada sobre tumbas anónimas (práctica conocida como 'telemárketing extremo'). Incluso las flores de plástico competían con las reales por ver cuáles olían más a podrido. ¡Si hasta me topé con un puto P-L-A-T-A-N-E-R-O! ¿Qué miembro de la familia real llevaría un platanero como homenaje a sus muertos? Ni Marichalar haría eso, oiga. En definitiva, un cementerio de chichinabo, al que no pienso volver hasta que me convierta en uno de los de Cruz y Raya disfrazado de vieja.

4 comentarios:

Josef dijo...

Dos palabras: im-presionante.

Shiro dijo...

Faltaría más, de la mejor escritoria y sensi de todos los participantes :P

Josef dijo...

Cualquiera diría que te ha ofrecido favores sexuales para que digas eso :P

Rosawn dijo...

Esto...Josef, no sé qué clase de persona crees que soy, pero yo ese tipo de favores no los ofrezco a cambio de algo, como si fuera una vulgar puta. Yo esos favores los impongo, exijo su aceptación, los esposo y los amordazo, les doy con una fusta en el culo y les echo cera caliente en los pezones.

La próxima vez mide tus sucias palabras.

¿Entre los más buscados?

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