jueves, 31 de diciembre de 2009

Lógica navideña

............La última noche del año suele ser un fenómeno sociológico sin parangón. Si uno se asoma a la ventana desde la cálida protección de su hogar, puede ver cómo un ejército de gente vestida de esmoquin invade las calles. Me gustaría que fueran zombis sin alma, incapaces de hablar, pero impecablemente vestidos, que se zampasen a los desprevenidos viandantes. Pero por desgracia el mundo no es un lugar perfecto.
............Alguna Nochevieja he conseguido vencer el miedo a los pingüinos zombis y me he aventurado por las calles junto a estas extrañas criaturas. Incluso me he interesado por sus hábitos y lenguaje, llegando a conclusiones ciertamente esclarecedoras.
............Para empezar, el vestuario elegido es una mera convención social y no condiciona en absoluto la verdadera personalidad del individuo. Es decir, el individuo es igual de gilipollas que siempre, aunque la sofisticación que asociamos al atuendo da lugar a incongruencias geniales.
............Por ejemplo: durante una de esas noches aciagas, estaba esperando a unos amigos para ir a cenar, cuando de improviso se aproximó un grupo de bakalas de gala. Ellas llevaban vestidos tan ceñidos que tenían paperas en lugar de pechos y ellos parecían un armazón con cabeza —sólo la parte exterior— y zapatos.
............Se pararon a esperar a otro grupo de similares características y entonces asistí a un episodio de lógica bakalo-pingüinesca. La conversación fue más o menos la siguiente:
............—Mira, Johnny, me he hecho el nudo de la pajarita yo —dijo el sujeto número uno con abierta inocencia y cargado de ilusión.
............—Tú eres subnormal. La mía se abrocha por detrás y punto, pelota —contestó Johnny.
............Entonces el sujeto número uno se entristeció. Pude ver que manifestaba un sentimiento de profunda aflicción. Y también pude comprobar que, en efecto, el nudo de la pajarita lo había hecho él, y seguramente con los dedos de los pies de otra persona. Aún así, el sujeto número uno quería conseguir la atención de Johnny y no dudó en intentarlo.
............—Oye, Johnny, ¿por qué se comerán doce uvas en Nochevieja?
............—Joder, tronco, pues porque el champán se hace con uvas. No te vas a beber doce botellas.
............El sujeto número asintió, reconociendo lo evidente de su pregunta y la brillantez de la respuesta. Definitivamente, la Navidad es un sinsentido que sólo se entiende vestido de esmoquin y tras ingerir doce botellas de champán.
............Feliz año.

martes, 29 de diciembre de 2009

A tiro limpio

............Rosawn: Necesito que alguien me pegue un tiro y después pregunte.
............César: Oh, ¡eso está hecho! ¿Para qué estamos los amigos?
............R: Madre mía, ¡gracias! En la nuca, por favor: Borroka Style.
............C: No hay problema. Aquí, a gusto del consumidor.
............(Amartillando un arma imaginaria…)
............C: Este… ¡PUM!
............(…)
............C: ¿Qué tal? ¿He dado en el blanco? ¿Has quedado satisfecha con mis servicios de pistolero aficionado?
............R: Pues mira, no. Pero supongo que la culpa es mía por proponerte un blanco tan pequeño y tan difícil. La próxima vez tira al culo. Ahí es imposible fallar.
............C: Pues no sé yo. Ya última vez que intenté disparar a alguien en el trasero, le di en un tobillo y ahora deambula por ahí como Fraga.
............R: Tú, como sacrificador de caballos, no tendrías precio.
............C: De hecho, es uno de mis sueños dorados. Pero supongo que, si acostumbrara a fallar el tiro y cargarme al dueño del caballo moribundo en vez de al caballo moribundo, no recibiría los honorarios correspondientes, y no se puede vivir del aire… A no ser que el dueño sea Berlusconi, claro. Entonces, media Italia me pagaría los honorarios.
............R: Siempre puedes cobrártelo en alfalfa; que no en Alfalfa, porque eso sería corrupción de menores y está muy feo.
............C: Mmm… Dime, que seguro que tú estás bien enterada: ¿a cuánto se cotiza la alfalfa últimamente en el mercado negro?
............R: En estos momentos se cotiza a X. Despeja ‘X’ y lo sabrás.
............C: Jopé… Ya estoy un poco cansado del porno… No alcanzo a saber por qué, pero se me antoja un poquitín repetitivo.
............R: Prueba con el porno ‘gay’.
............C: Ah, no; de eso nada, que yo sigo la sabiduría ancestral y obtusa de Ana Botella… Por cierto, no sé por qué, pero me apetece una manzana… Aunque también puedo comerme una pera… O ambas… ¡Qué dilema!
............R: A mí me apetece chocolate. Fin del chiste.
............C: No obstante, podría hacer prácticas de tiro con manzanas. ¡Así quizá te acertaría en el trasero! (Aún no).
............R: Badum chi. Ahora sí.
............C: Jopé… Esto tiene que tener un buen clímax para colgarlo en el blog y, si acabamos hablando de tiros, será una entrada redonda.
............R: X_x
............C: ¡Con eso me vale! XD


............Epílogo

............R: Así que ¿todo lo que diga puede ser publicado en mi contra?
............C: Concretamente, para, por, según, si, sobre y tras.
............R: Ya no se va a poder hablar tranquilamente contigo, durante y mediante.
............C: Qué va. Normalmente, sí. Sólo si veo que lo que se habla es “entradable”, lo recogeré.
............R: ¿Eso qué es? ¿Una especie de “sólo la puntita” dos punto cero?
............C: Da gusto hablar contigo. ¡Lo entiendes todo a la primera!
............R: Es que de pequeña me daban Whiskas.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Bendita paciencia

............Hace apenas un día y medio que llegaste. Desde entonces he conseguido que nos perdamos dos veces en el trayecto Alicante-Elche, que tiene leches. Las dos veces bastante entrada la noche; una de ellas, además, durante una tormenta, con los cristales tan empañados que era imposible ver algo. Y sin gasolina en el coche. Conseguí incluso que nos perdiéramos en el trayecto Afueras de Elche-Elche. ¡Nos perdí en mi propio pueblo, recojón! Y lo peor de todo es que soy consciente de que, si no hubieras estado conmigo, habría acabado muriendo en ese barrio; después de muerta, mi fantasma habría seguido vagando eternamente alrededor de la misma rotonda para averiguar por dónde se va a mi casa. Sin éxito.
............Lo has aguantado todo sin impacientarte ni, incomprensiblemente, cagarte de miedo, conocedor de primera mano como eres de mi habilidad al volante. O de mi habilidad en general. Ni siquiera te inmutaste cuando te dije: "Si no te mueres hoy, puedes estar seguro de que en un accidente de tráfico no vas a morir... ¡jamás!". Y me reí, "Mwa-ha-ha-ha-ha". Y tú seguiste contándome anécdotas familiares. Tan tranquilo.
............Tampoco me gritaste, ni siquiera te pusiste nervioso, cuando ayer se me ocurrió salir del aparcamiento por la entrada y monté aquel pifostio descomunal. Es más, ¡me diste la razón, por los clavos del Santo Cristo! ¡Me diste la razón al intentar salir de un aparcamiento PÚBLICO por la ENTRADA! Y no sólo eso, me diste la razón todas las veces que casi me empotro contra algún otro coche al invadir su carril sin fijarme bien. Estoy segura de que el día que me choque contra un muro le echarás la culpa a los ladrillos por no dejarme pasar, no llevar las luces puestas o un chaleco reflectante.
............Y no es sólo eso: no me has reñido cuando me he puesto a hacer el ridículo bailando Abba parada en un semáforo. Te ha hecho gracia que me diera una vuelta por el aparcamiento de un centro comercial cuando no tenía que haber pasado de la entrada. No me has mandado a la mierda después de media hora de viaje parloteando sin parar, haciendo gracietas de las que sólo yo me río, metiéndome contigo y metiéndote mano al mismo tiempo. Ya en casa, no me has dicho absolutamente nada cuando he hecho lo-que-tú-y-yo-sabemos-que-he-hecho, que ha sido bastante tremendo. No me has apartado de malos modos cuando me he colocado casi encima de ti y te he vuelto a meter mano mientras manipulabas productos químicos irritantes. Te has reído cuando te he roto el instrumental.
............Todo esto en sólo un día y medio.
............Hace un rato, estabas sentado en mi sillón, te has girado y me has preguntado: "¿Me cortas el pelo?". Me has dado tu maquinilla eléctrica y te has sentado, dejándome a mí con ella y a tu pobre cabeza, indefensa, conmigo, a merced de mi mongolismo. Media lagrimilla me ha caído de la emoción al pensar que, después de que en sólo un día y medio haya puesto tantas veces en peligro tu vida, haya manchado, roto y fastidiado tantas cosas, te haya regalado un pijama que te viene grande y de que, en definitiva, te haya hecho envejecer veinte años de golpe, que sigas confiando tanto en mí como para que te corte el pelo sólo puede querer decir una cosa: eres igual de mongolo que yo.
............En fin, espero que sigas vivo para fin de año. Yo, por mi parte, intentaré salvarte la vida cada vez que yo misma te la ponga en peligro. Y ahora te dejo, que veo que estás concentrado haciendo algo peligroso; perfecto momento para las cosquillas.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Consejos para la vida moderna (II)

............Para quienes compartan piso. Aseguraos de que, al pasar por casa a las cuatro de la mañana con un grupo de amigos, vuestro compañero se entera de que habéis llegado u os pueden pasar las siguientes cosas:
............a) Que se encuentre viendo en la televisión contenido para mayores de edad de los que pueden herir vuestra sensibilidad.
............b) Que se haya tapado las piernas con el mantel de la mesa camilla que hay al lado del sillón donde se sienta.
............c) Que su mano derecha se pierda bajo ese mantel.
............d) Que uno de vuestros acompañantes corte la tensión con la manida frase: "Hemos venido a invadirte".
............e) Todas las anteriores son correctas.
............¡Zas! ¡En toda la boca!

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Papi

............Creo que mi hermano va a ser un buen padre. No lo digo por la delicadeza con la que coge a su nena recién nacida, que es, más o menos, la de un estibador portuario cargando barriles de queroseno. Mi hermano va a ser un buen padre porque tiene muy claras la líneas directrices de la educación que imparte.
............El otro día se cargó el bebito al hombro para consolarle un berrinche y recorrió el pasillo de extremo a extremo musitando:
............—Hija mía, tienes que aprender a no pedir las cosas a gritos. No querrás convertirte en una choni cuando seas mayor, ¿verdad que no? Ea, ea, ea, ea...
............Si el padre de Belén Esteban hubiera hecho lo propio, nos hubiéramos ahorrado mucha vergüenza ajena. Claro que, tal vez, la tal Belén sí quería.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Mis veranos salvajes (II)

............En el chalet de mis abuelos está el reloj de pared más feo del mundo. Y esto no es un juicio de valor, sino una afirmación objetiva contrastable por cualquier universidad sita en Massachusetts. Bajo su carcasa de plástico dorado, flanqueada por dos columnas salomónicas, se esconde la precisa maquinaria japonesa que regía mi rutina estival. Cada vez que las terribles agujas retorcidas marcaban una hora en punto, una melodía electrónica inundaba el aire, haciéndolo irrespirable.
............Cuando mis oídos reconocían la melodía que indicaba las cinco de la tarde, abandonaba los muros de la parcela y corría en libertad por las polvorientas calles, lejos del esperpento cronométrico. Allí me esperaban los desheredados de la playa, entre los cuales tenía el honor de contarme. Lindando con la parcela del chalet, se abría entre los descampados un barranco considerable que finalizaba en el mar y en cuyas profundidades pasábamos las horas.
............Aquel verano descubrimos el placer por la velocidad, gracias a la utilización de objetos de desecho —también conocidos como 'basura'— como vehículo experimental. Los materiales fueron diversos, pero la forma de conseguir velocidad variaba poco y se basaba en los principios físicos que sustentan la ley de la gravedad. Es decir, nos tirábamos ladera abajo.
............Sin embargo, como ya he advertido, la evolución de los medios de transporte progresó con rapidez. De las primeras persianas de plástico que se deshacían al primer golpe de piedra, pasamos a los mullidos colchones mugrientos, que nos proporcionaban estabilidad y buena amortiguación. No obstante, queríamos mejorar la sujeción y lograr un descenso controlado y no tardamos en lograrlo.
............El control del descenso partía de la posibilidad de utilizar una escalera de desagüe bien delimitada por muros de hormigón. Y la sujeción y protección nos las proporcionaba una enorme nevera desprovista de puerta. Resultó que la nevera encajaba a la perfección entre los dos muretes de la escalera, tenía la rigidez necesaria para soportar los golpes al finalizar cada escalón y podía albergar a dos ocupantes gracias a una perfecta ergonomía.
............El plan no tenía fisuras. Además, en aras de la seguridad, atamos el extremo de una cuerda a la nevera y el otro a la celosía de la valla de un chalet cercano. Mientras dos afortunados disfrutaban del descenso, otros dos, con las manos enguantadas, iban frenando progresivamente el ingenio hasta detenerlo suavemente al final de la escalera. Debo señalar que el final de la escalera consistía en un talud de unos seis metros de altura que terminaba en el fondo del barranco. Aunque esta distancia se suavizaba gracias a que los vecinos eran bastante cerdos y tiraban desde el talud todos los restos de la poda de sus casas.
............Los primeros en probarlo fuimos el chulo atérmico, con su cazadora de cuero, y yo. El viaje fue un éxito: rápido, emocionante y “seguro”. Además, cuando el abismo se abría al final de las escaleras y el cosquilleo de la muerte te rondaba la nuca, enseguida notabas cómo se tensaba la cuerda y te detenías sin mayor contratiempo.
............Pero, tras una tarde de viajes en nevera, una enorme figura se recortó en el horizonte. A contraluz, sobre el sol naranja, distinguimos la silueta circular de un tipo al que conocíamos como “Calabazo” por su similitud física con el vegetal aludido. Él, de la misma edad que nosotros —unos ocho años— se enorgullecía de su apodo y hacía de su corpulencia una materialización del poder que ostentaba. No dijo nada. Sólo miró la nevera y nos miró a nosotros. Después, se subió.
............La nevera se balanceaba y crujía al borde del escalón. El chulo atérmico y yo nos miramos con gravedad mientras cogíamos la cuerda con fuerza. Otros dos amigos empujaron la nevera y el enorme leviatán bajó a una velocidad endiablada. La cuerda se deslizaba entre nuestros guantes sin que pudiéramos frenarla de ninguna manera. Cuando empezó a salir humo, supimos que no podríamos hacer nada y abrimos las manos, confiando en que el anclaje a la celosía sería suficiente. Pero no lo fue.
............Calabazo llegó la final de la escalera y la cuerda se tensó hasta el límite. Era fuerte, no se partió. Al contrario, entre la cabeza del chulo atérmico y la mía silbó el ladrillo arrancado de la celosía y siguió la suerte de la nevera. Calabazo aterrizó de bruces sobre la montaña de rastrojos y la nevera le cayó encima como un extraño sarcófago sideral. Desde debajo surgía un llanto desconsolado. Aquel día habían tirado una veintena de rosales moribundos.
............Entonces aprendí algo que me ha servido el resto de mi vida: unas rosas y un agradable paseo en descapotable pueden ablandar a la persona más insensible.

sábado, 19 de diciembre de 2009

El misterioso caso del pis

............Rosawn: ¿Qué tal tu pis?
............César: Pues… últimamente habla poco.
............R: ¿No lo habías sacado de paseo?
............C: Iba a hacerlo, pero en la clínica cierran la ventanilla de recepción de pises a las diez de la mañana.
............R: Qué absurdez. A las diez de la mañana debería abrirse, que no es lo mismo.
............C: Es que a esa hora se los llevan al laboratorio. Porque tienen una larga y maravillosa mañana de análisis de fluidos corporales ajenos.
............R: Sí, lógico.
............C: Por cierto, ya he enviado tu último artículo a los cuatro continentes… ¿O eran siete?
............R: La Menestra de Cultura ha clasificado los continentes en X. Despeja la equis y lo sabrás.
............C: Bah… Si esa equis no supone porno, no me interesa.
............R: Supone porno ‘gay’.
............C: Oh, lo siento; he debido especificar: si no supone porno con otros animales, no me interesa.
............R: Ah, bueno; por un momento pensé que eras un enfermo.
............C: Sí, la gente suele pensarlo de mí; luego me conocen y ya se convencen de que estoy peor de lo que se imaginaban.
............R: Esta conversación me aburre; pasemos a algo más interesante: ¿qué has hecho con tu pis? ¿Está en la nevera? ¿Lo has etiquetado convenientemente?
............C: En este momento, debe de ir alegremente hacia la depuradora, donde se reunirá con otros pises y de la que pasará al seudorrío Vinalopó y desembocará en el mar y será feliz para siempre.
............R: No sé, no sé… Aquí hay algo que me huele mal…
............C: No sé a qué te refieres.
............R: ¡Cojones de pato! Acabo de darme cuenta de algo muy raro…
............C: ¿De qué?
............R: En estos momentos sospecho mucho de ti. Estoy atando cabos…
............C: Pues el Ejército de la Nación, que al alba triunfó en Perejil, se va a cabrear un poquito contigo.
............R: Llevo toda la mañana oliendo pis en mi cocina. El olor procedía de un punto concreto que me ha costado localizar, pero finalmente puedo asegurar que viene del extractor de humos… Alguien ha debido de echar pis por la chimenea de mi tejado… ¡y ese alguien eres tú! ¡Has venido con tu tarrito y lo has vaciado en la chimenea de ésta, nuestra comunidad!
............C: Lo siento. No puedo evitarlo. Siempre confundo las chimeneas comunales con la ventanilla de recepción de pises.
............R: Pobre…

jueves, 17 de diciembre de 2009

La reacción no se hizo esperar

............Lo más divertido de ser yo es que nadie, pero absolutamente nadie en este mundo, sabe cómo soy realmente. Tengo una doble identidad, como si fuera una superheroína. Hubo un tiempo en el que todo el mundo me describía como "una buena amiga que sabe escuchar y te presta mucha atención cuando le cuentas cosas". Mi naturaleza mongoloide y mi propensión al autismo ha llevado a muchas personas a sacar este tipo de conclusiones sobre mí a lo largo de mi vida. Algunas de ellas han ido descubriendo que mi interés no era real y se han apartado de mí como de la peste, como si fuera culpa mía que su vida sea una puñetera novela de ésas que usas para calzar la mesa porque ya en la primera página te entran ganas de pegarte un tiro. Y yo no quiero pegarle un tiro a nadie; me gustan los grumitos en mi Colacao, la caca en mis conversaciones, y Jorge Bucay en mi mundo. Pero que no me pidan más, yo no como caca, no leo Jorge Bucay y no presto atención a lo que no me importa un carajo.
............El autismo ha sido motivo de burlas y desprecio por parte de la sociedad desde que se descubrió su existencia; yo, sin embargo, lo considero una especie de superpoder. Un superpoder que se activa en el momento menos esperado y más oportuno, salvándote, por ejemplo, de un monólogo espantoso, denso como el alquitrán, acerca de algo que te importa un carajo. Pero como todo gran poder, el autismo conlleva también una gran responsabilidad; salvaguardar la dignidad y la estabilidad emocional de los que te confían su mierda es esencial. Uno tiene que dejar puesto el piloto mental automático para que, en las partes exaltadas del monólogo del cansino en cuestión, el Consciente retome las riendas de la mente y analice las dos últimas gilipolleces que nuestro pequeño Bucaycito considera vitales. Es entonces cuando ha de hacerse un comentario al respecto que, aunque uno sepa que es un auténtico mondongo, a Bucaycito le resulte trascendente. No es muy difícil. Tras esta operación, se puede volver a poner el piloto automático unos diez o quince minutos más, relajarse y pensar en chorras o lo que sea.
............Por desgracia, no todo en el mundo del autismo es jauja. Cualquier superhéroe sabe que los poderes son muy difíciles de controlar, sobre todo los de naturaleza psíquica, como es el caso que nos ocupa. Durante la preadolescencia y la propia adolescencia, son todavía más imprevisibles e indomables. Os contaré una anécdota que refleja muy bien esta coyuntura del que ha nacido siendo superior al común de los mortales; una historia tan cruel y tan desgarradora que, si la leyera, induciría al mismo Bucay una depresión tan profunda que se colgaría del techo con sus propios intestinos. Atención.
............Desde que yo nací hasta que ella murió, compartí mi vida con mi abuela. Los primeros seis años me cuidó ella a mí; a partir de entonces y de que se quedara más ciega que un topo con problemas de visión, fueron cambiando las tornas. Pongámonos en situación: se trataba de una señora ciega con mucho (mal) carácter, tanto como para llenar ocho capazos grandes de esparto, que usaba como "lazarillo" a una niña mongolita, que jamás respondía de malas formas por nada y que lloraba sólo con que la miraran mal. Sigamos.
............Corría el año y yo nunca he corrido demasiado por ser una niña gorda, así que no pude alcanzarlo, pero creo que tendría unos ocho o diez. Solía ayudar a mi abuela a preparar la comida, cuando no estaba en el colegio siendo amablemente advertida del asco que producían mis carnes a los compañeros. La señora era limpísima y lavaba a conciencia todos los ingredientes que componían los potajes que preparábamos. Había tres técnicas básicas que utilizaba mi abuela para el lavado o remojo de estos ingredientes: abundante agua para todo, bicarbonato para los garbanzos, vinagre para las acelgas.
............Una desafortunada mañana, yo me levanté con mis poderes autísticos más fuera de control que de costumbre y mi abuela decidió que haríamos potaje para comer. Así que preparé toda la parafernalia y ella se dispuso a remojar los garbanzos en agua y bicarbonato. Nunca me dijo la razón de hacer esto, pero los trucos de las abuelas son infalibles hasta cuando no sabes bien para qué sirven, y si hay gente que cree en Dios, ¿por qué no puedo creer yo en el remojo con bicarbonato?
............Como la buena mujer sabía muy bien que de mí no se podía fiar un pelo, no me dejaba hacerlo: ella ponía la mano para que yo le echara los polvillos, calculaba cuándo era suficiente y lo añadía al agua con los garbancitos. Así que allí estaba, con los garbanzos en agua y la mano extendida, esperando. En ese momento mis poderes hicieron su aparición más inoportuna; equivoqué la rutina y cogí el vinagre del armario. Empecé a echárselo a mi abuela en las manos sin reparar en la poca lógica que tenía aquello (recordemos que estaba bajo los efectos de mi poder), y al cabo de un largo rato la mujer (que tenía las manos mojadas de agua y no notó nada) gritó:
............¡¿Se puede saber qué estás haciendo?! ¡Ponme el bicarbonato! ¿Estás tonta?
............Fue en ese momento cuando volví al mundo real, vi lo que estaba haciendo, me asusté mucho por si se daba cuenta y me reñía, y corrí a cambiar el vinagre por el bicarbonato. Volví con él y lo eché en las manos de mi abuela, llenas de vinagre. La mezcla empezó a reaccionar y yo me asusté un poco. Al llegar a la cantidad adecuada lo vertió en el agua; de repente el recipiente empezó a echar humo y a escupir espuma por toda la bancada. Yo no entendía nada de lo que ocurría, no sabía qué hacer, sólo podía pensar en qué le diría al juez cuando me preguntara por qué había matado a mi abuela de aquella manera tan ridícula, con lo fácil que hubiera sido cambiarle la dosis de insulina. Me hice pis.
............Gracias al Señor no se murió y no llegó a enterarse bien de qué había pasado. Pero la aterradora certeza que tuve por un momento de que, fuera lo que fuera lo que había hecho, había matado a mi abuela, es otro trauma que sigo arrastrando a día de hoy. Un trauma que probablemente sea también la principal razón de que jamás se me diera bien la química. Eso, o que me importaba un carajo.

............
Dedicado todos los Bucaycitos que hay en mi vida. ¿Qué sería de vosotros sin mi falseda..., eh..., autismo?
............No dedicado a mi abuela porque está muerta y, aunque no lo estuviera, no podría leerlo tampoco porque estaba ciega.

martes, 15 de diciembre de 2009

Bares son dolores

............Voy a seguir fomentando mi imagen de metepatas* con un suceso de hace varios años.
............Julio de 2005. Yo era monitor de un grupo 'scout' (sí, habéis leído bien, 'scout') en mi Alicante natal. Apenas una semana antes del macrocampamento que íbamos a organizar en los Pirineos, saltaron todas las alarmas: ¡el mayor de los imprevistos nos sobrevino! Total, que a las dos de la mañana tuvimos que hacer una reunión de urgencia en un bareto.
............Yo, que venía de las fiestas de mi pueblo con un par de cervezas de más, me seguí bebiendo otras tantas cervezas en el bar de turno. Así, cuando terminamos con nuestro gabinete de crisis, yo no iba borracho pero me entraron unas ganas terribles de mear. Me dirigí al aseo del bar (que por las mañanas era una cafetería-heladería) y pensé: "Qué entrada tan grande tiene este bar", cuando, de repente: "¡PLOM!", me comí la luna entera del bar. Se hizo el silencio. Me giré hacia mis compañeros, que estaban todos mirándome con una expresión perpleja. Eso sí, en cuanto vieron que seguía vivo, soltaron una carcajada tan grande que decidí ir al aseo. A ver si, además de la cerveza, también meaba mi vergüenza.

............
* Metepatas torpe, sí.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Lógica calé

............Una gitana intentó venderme ayer una participación de lotería por valor de diez euros. Independientemente de mi escasa afición por los sorteos, la verdad es que yo no llevaba efectivo encima. Por no perder el tiempo de la buena señora, interrumpí su cadena de bendiciones y piropos para informarle de mi escasa utilidad como cliente:
............—Si yo se lo agradezco, señora, pero no llevo diez euros encima.
............—Ah, pues cómprame dos piedras de la suerte, que sólo valen cinco euros cada una...
............Lo cual debe de tener mucha lógica, pero yo no se la encuentro.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Mis veranos salvajes (I)

............Siempre recordaré los veranos de mi infancia con especial cariño. Durante los inviernos, yo era una especie de señorito redicho y cargante que vestía mocasines y se peinaba con raya. Siempre asistía puntual al colegio, donde no jugaba al fútbol —qué cosa de bárbaros— ni me arrastraba por la tierra. Es decir, era una personita que daba bastante grima.
............Sin embargo, en verano, me cortaban el pelo tanto que no había posibilidad de raya y cambiaba mis mocasines burdeos por unas Victoria con agujeros. Esta transformación tenía lugar en el chalet de mis abuelos, junto a la playa de San Juan (Alicante), cuanto todavía existían descampados en lugar de edificios de dudoso gusto y aún más dudosa legalidad.
............El chalet se edificó en una pequeña colonia que combina casas con edificios bajos. Me parece mentira haber vivido una época en que las puertas de las casas estaban abiertas y las calles eran de tierra, sin farolas, y algunas con acequias bordeándolas. En ese encantador oasis tercermundista y, más concretamente, en los enormes descampados, tenía lugar mi glorioso proceso de asalvajamiento.
............Éramos pocos y nos conocíamos todos. Los odios, las filias y las rivalidades se acrecentaban hasta extremos peligrosos. Yo siempre tenía la mejor bicicleta, que para eso mi abuelo regentaba una tienda de bicis —si es que eso se puede regentar—. Y además solía cambiarla todos los años, porque, durante el invierno, aquel sitio donde siempre era jornada de puertas abiertas se convertía en el autoservicio de los gitanos de un poblado cercano. Supongo que las puertas cerradas son más tentadoras y mi bici un caramelo, una vez forzadas.
............Así que andábamos haciendo el animal por los descampados. Yo, sin camiseta, con mi BH California. Otros se atrevían a dar saltos, yo temía mi torpeza. Hasta un día. Ese día, una chica preciosa había ido al pequeño circuito de trial y yo había quedado con una especie de extraño chulo atérmico que llevaba cazadora en agosto a las cuatro de la tarde. El chulo atérmico sí saltaba y yo no quería ser menos —todas las hostias de mi vida han sido por impresionar a mujeres—. Tomé carrerilla con mi preciosa bicicleta azul y blanca y salté por el montículo a casi dos metros del suelo. Por desgracia, no se me ocurrió que tal vez fuera conveniente ponerme de pie sobre los pedales para amortiguar el aterrizaje.
............En efecto, aterricé sentado en una bici sin amortiguación desde casi dos metros de altura. A mis ocho años, los huevos debieron alcanzarme la campañilla, aunque no la oí sonar como en esas atracciones de feria. Aquí no hubo martillo, ni pesa, ni lucecitas, ni ding-dong ni, desde luego, premio. Sólo hubo un doloroso y silencioso sillín de plástico partiendo mi virilidad por la mitad, cortándome la respiración y haciéndome saltar las lágrimas.
............El caso es que, desde fuera, el salto pareció impecable. Y además sin ponerme de pie, con esa chulería de la que sólo pueden hacer gala los eunucos campeones de trial —que son numerosísimos—. Incapaz de dar un pedaleo, llegué por inercia ante la chica en cuestión, que me aguardaba junto al chulo atérmico. Ella me dijo: “Ha sido increíble”, y él me miró con cierta rabia. Yo asentí con indiferencia, miré el reloj mientras el llanto me golpeaba la garganta y acerté a decir sin darme importancia: “Son las cinco. He quedado, os veo luego”.
............Salí corriendo y, nada más darles la espalda, brotó el torrente de lágrimas contenidas como una inmensa pantanada. Y sentí el dolor agudo y punzante que aún atenazaba mi cuerpo y me impedía pedalear con fuerza. Cualquier espectador desinformado hubiera considerado que, tras el elegante vuelo, me marchaba indiferente a velocidad moderada, disfrutando del paisaje y de la brisa de Levante. Pero en aquel momento aprendí algo que se ha cumplido el resto de mi vida: aunque parezca que todo ha salido perfecto, las mujeres siempre me causarán llanto y dolor de huevos.
............Y aun así, volvería a saltar una y mil veces.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Conversaciones con la señorita S. Capítulo II: La hora de los asesinos

............Señorita S: y ahora sigues dando vueltas a los blogs mi querido cesar?
............César: De hecho, sí.
............(¡… mi estresante S!)
............C: Acabo de llegar a uno en el que me han dejado un par de comentarios.
............SS: buenos o malos?
............C: Muy buenos, de hecho.
............SS: Muy buenos, de hecho
............(…)
............SS: ¿Te gusten que te imiten? quiero decir si te gusta que te copien en lo que escribes
............(¡Muerte y destrucción!)
............SS: por ejemplo tu haces un gesto y otro te imita
............C: Si es una burla inofensiva y amigable, no veo por qué no. Si es para hacer daño...
............SS: ah claro yo siempre imito a mi mama cuando hace un gesto u otro
............(Qué maja, ella… ¡Como los monos!)
............SS: uff que susto
............(¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre? ¿Estás embarazada? ¡Dime que no vas a reproducirte!)
............SS: oye tu crees que esta bien que si tocan al timbre de casa no abrir la puerta pero si asomarte a la ventana?
............(…)
............C: ¿No tenéis mirilla?
............SS: no, la puerta es sin mirilla porque es nueva
............(Ah, muy bien… No me lo digas: el diseñador de la puerta es de la familia, ¿verdad?)
............SS: la vieja si tenia pero a estas horas no abro la puerta
............(Las 20.55… Sí, es una buena hora para que acaben las visitas del día en un manicomio)
............C: Pregunta quién es.
............SS: me asomo a la ventana de mi habitacion que da a la calle y cde ahlli pregunto quien es
............(Asómate bien, a ver si…)
............C: Pues ya está. Asunto solucionado.
............SS: es que yo no me fio de nadie, imaginate que abro la puerta y son dos asesinos
............(¡Que sean dos asesinos! ¡Que sean dos asesinos!)
............C: ¿Asesinos... a las nueve de la noche? ¿Y por qué iban a ir dos asesinos a tu casa?
............SS: todo es posible no?
............(De lo contrario, la ciencia tendría que dar muchas explicaciones sobre ti)
............SS: es que la noche no me gusta nada
............(Tranquila; seguro que es recíproco)
............C: ¿Vives en una calle transitada?
............SS: si
............(…)
............C: Entonces, ¿cómo van a ir dos asesinos a tu casa, y por qué, a las nueve de la noche y en una calle transitada?
............SS: todo es posible
............(…)
............SS: pues imaginate que por la madrugada los primeros vecinos por dejarse el balcon abierto les entraron a robar
............C: Pero eso fue un robo... de madrugada... y porque se dejaron el balcón abierto...
............SS: y que me quieres decir
............(¡!)
............SS: buieno lo he dicho que tengo miedo a la noche
............C: La noche no hace nada malo. Y las personas que pululan a las nueve de la noche por una calle transitada, menos.
............SS: pues aqui en mi barrio ha habido de todo
............C: Los ladrones y los supuestos asesinos se cuelan en las casas de madrugada, no llaman a la puerta a las nueve de la noche. Y si no, ¿qué? "Hola, buenas noches; disculpe que la molestemos pero venimos a matarla".
............SS: ah vale pero mira si son ladrones si te haces la dormida no pasa nada porque ellos no hacen nada
............(¡Yo te ahogaría con una almohada!)
............C: Depende de si quieren que les digas dónde tienes la caja fuerte... Porque no creo que se lo vayas a decir en sueños.
............SS: aqui no hay cajas fuertes. Yo por si acaso en mi habitacion tengo un paraguas a manos
............(¡Estupendo! Entonces, ¡eres invencible!)*
............C: No creo que con un paraguas hagas mucho contra dos asesinos que llamen a la puerta de tu casa a las nueve de la noche en una calle transitada.
............SS: no digo a los cacos
............C: Ah, si son dos cacos que llamen a la puerta de tu casa a las nueve de la noche en una calle transitada, vale; si blandes un paraguas, no van a poder contigo.
............SS: yo soy capaz de cualquier cosa
............(Yo, en tu lugar, para defenderme, únicamente entablaría conversación con ellos… ¡La mejor defensa es un buen ataque!)
............SS: de echo ya me vengue de dos
............(¿Les agregaste al Messenger?)*
............C: ¿Con un paraguas?
............SS: no, osea una que siempre me estaba criticando pues le puse una carta anonima insultandole y de todo
............(Ya me estoy imaginando esa carta:
............“Como dicen los mexicanos, ¡vete a chingar a la penca de tu madre!
............Firmado: La Futura Periodista de Telenovelas”)
............SS: y a un chico le tire el vaso de agua en la cara
............C: Pero eso no tiene nada que ver con luchar contra dos cacos que llamen a la puerta de tu casa a las nueve de la noche en una calle transitada.
............SS: ya hombre pero puede pasar de todo
............(Eso ha quedado bastante claro…)
............C: Me encantaría ver las apuestas.

............(Nota mental: no llamar nunca a casa de la señorita S a partir de las nueve de la noche, no sea que abra la puerta y, para vengarse por la impertinencia, te sacuda con un paraguas, te mande un anónimo insultándote, te tire un vaso de agua a la cara y dé un portazo)*

............Atentos al próximo capítulo…

............*Gracias, Rosawn.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Consejos para la vida moderna

............Por si alguna vez van con sus respectivas parejas a un multitudinario cumpleaños lleno de amigas de la anfitriona:

............1. Asegúrense de que quien esté a su espalda sea su pareja.
............2. Lo mejor es mirarla directamente a la cara.
............3. Si no están seguros, no le toquen el culo a la extraña, y añado: ni mucho menos lo hagan de espaldas.
............4. Y por favor, eviten cogérselo como si fuese un balón de baloncesto y gritar alegremente: "¿De quién son estas nalguillas?"

jueves, 3 de diciembre de 2009

Barbas

............Una de las cosas más divertidas que tiene dejarse barba es la posibilidad de afeitársela por tramos. Dos pasadas en las mejillas y eres Abraham Lincoln. Otras dos y te conviertes en Bob, el Silencioso. Apuras la barbilla y eres un narcotraficante mejicano. Afinas el bigote y te pareces a Clark Gable.
............Si mañana no tuviese una importante entrevista de trabajo, ahora mismo luciría el magnífico bigotazo que paseaba Pancho Villa.

martes, 1 de diciembre de 2009

El madrileño impasible

............Yo siempre he sido madrileño, más o menos desde que nací en La Paz. La gente normal suele descansar en paz cuando muere y los madrileños cuando nacen. Sin embargo, a los cinco años huí a Alicante y allí viví hasta que empecé Periodismo y regresé a la capital. Durante esa dulce estancia levantina, obtuve varias cosas. En primer lugar, el DNI que todo madrileño ansía: nacido en Madrid, residente en Alicante. En segundo lugar, un dominio considerable del valenciano que me ha servido, entre otras cosas de provecho, para ver Canal 9, donde los dibujos animados tienen mayor rigor que los informativos. Y, en tercer lugar, adquirí una capacidad de sorpresa que parece haber desaparecido en mi ciudad natal.
............Por eso, cuando volví todo me parecía fascinante. Pero lo que más llamó mi atención fue la capacidad de los madrileños para mostrarse indiferentes ante cualquier anomalía. Al principio creí que se trataba de la flema —qué asco de expresión— inglesa, que había contaminado a mis conciudadanos hasta el punto de ser incapaces de mostrar sus emociones. Pero enseguida caí en la cuenta de que simplemente habían perdido la capacidad de sorpresa a golpe de sorprenderse una y otra vez hasta saturarse.
............El metro es uno de los signos de identidad de Madrid y uno de los lugares más extraños que existen. Para empezar, cualquiera que se queje de que los españoles no leen, debería entrar en un vagón de metro. Hay auténticos problemas de espacio a causa del tamaño de algunos incunables. Cuando, para ser un poco cosmopolita, me uní al club de lectura subterránea, también me uní al club de los que miramos mal a los insolidarios y prepotentes "tapas-duras". ¿Dónde se creen que van, con sus lujosas, angulosas y punzantes ediciones? El caso es que todo esto nos lleva a una conclusión: o sólo lee la gente que va en metro, o todos los que leen en el metro en realidad no leen. Se esconden.
............Porque el metro es un buen lugar de observación. Un paraíso del fisonomista, aunque los hay que se pasan. Todavía recuerdo con temor un viaje en el que un inquietante señor con traje impecable y zapatillas deportivas —¿Emilio Aragón?— me miraba fijamente con ojos de muerto. Yo me guarecía en un ajado ejemplar de El retrato de Dorian Gray, pero cada dos por tres me asomaba para encontrarme con los ojos escalofriantes.
............Otro día, una amable señora se me acercó con cierta timidez y me dijo: "Tú le encantas a mi nieta". A mí tales noticias suelen alegrarme el día, pero en este caso me desconcertó, ya que desconocía por completo a mi sociable interlocutora. Así que, ante mi cara de extrañeza, la señora siguió: "Que sí, que sí. Cada vez que sales, va corriendo a verte". Yo ya no sabía si sentirme halagado o preocuparme por mi seguridad. Siempre he querido fans histéricas —me encanta cómo se desmayan, nadie se desmaya hoy en día—, pero más de una y con vallas de seguridad de por medio. El caso es que no salía de mi perplejidad. Seguramente, si hubiera sido un buen madrileño impasible, le hubiera dado las gracias y hubiera seguido haciendo como que leía, pero sólo pude articular un "Ah, ¿sí?". Y enseguida se aclaró el entuerto: "Claro, pero eres mucho más guapo que por la tele. Cuando se lo diga a mi nieta no se lo va a creer". Entonces, con todos los ojos del vagón fijos en mi anónima figura, le di las gracias a la señora y le dije que le diera muchos besos a su nieta de mi parte. ¿Mentira? Tal vez, pero ¿quién soy yo para quitarle la ilusión? Además, resultó curioso ver a mi compañeros de viaje escrutarme "disimuladamente" a ver si daban con quién era yo. Y yo no lo sé. No sé quién fui.
............En otra ocasión más cercana en el tiempo, estaba yo plácidamente sentado, haciendo como que leía, en uno de esos trenes nuevos que no tienen separación entre vagones. Era relativamente temprano —las doce de la mañana de un domingo— y no había mucha gente. Entonces, de repente oí gritos desgarradores que provenían del otro extremo del tren. Me asomé de forma que podía ver el pasillo y vi cómo se acercaba corriendo un tipo que vestía gabardina gris con ropa debajo, por fortuna. Realmente corría como si le fuera la vida en ello y se acercaba a una velocidad considerable. En consecuencia, me preparé para adoptar mi ya estudiada pose de madrileño impasible y dejar que el perturbado —otro símbolo estereotípico de identidad de Madrid— pasase a mi lado con la gabardina ondeando a modo de capa. Y así fue; siguió corriendo y gritó: "¡Este tren está maldito!". Y yo tan sólo levanté una ceja. Iba en la dirección adecuada.
............Para terminar, otra de las características del madrileño impasible es decir que no a todo. Esto se debe a que a lo largo del día te ofrecen cientos de miles de cosas que no te interesan lo más mínimo. Pero hace poco vi algo que me resultó exagerado. Salía del metro, intentando esquivar a una marea informe de gente con prisa —la gente con prisa pierde los rasgos, cosas de la velocidad— y vi a una mujer algo desorientada. Al pasar junto a ella, observé que había parado a un hombre-con-prisa. El diálogo es fascinante por absurdo y simple:
............Mujer: Perdone, ¿la calle Baeza, por favor?
............Hombre-con-prisa: No.
............Pero, "no", ¿qué? ¿No sé dónde está? ¿No gracias, no quiero una calle Baeza? ¿No, lo siento, no soy la calle Baeza? ¿No a qué? No a todo.

¿Entre los más buscados?

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