miércoles, 10 de marzo de 2010

La tierra prometida

............Andábamos cerveceando un amigo y yo en un abarrotado bareto rocanrolero de Murcia cuando, hartos de sobarnos con propios y extraños por la masificación del local, decidimos irnos a otra zona de marcha.
............La otra zona de marcha está un poco antes de donde Cristo perdió la boína (que es Polonia) y nosotros no disponíamos de más vehículo que el sempiterno coche San Fernando. No obstante, alentados por la promesa de buena música, buena cerveza y mejores espacios para hacer castañear las rodillas al ritmo del Loco, nos fuimos para allá. Por el camino, nos entretuvimos en discutir lo mal que está la vida. Tanto nos emocionamos con nuestro diálogo platónico que nos pasamos de avenida. Deshicimos el camino y giramos por la avenida correcta. Al final de ésta no sabíamos si girar a la derecha o girar a la izquierda y, o íbamos muy borrachos o esos móviles con plano de tu ciudad incorporado no valen una mierda puede que sean las dos posibilidades juntas. Al final, nos arriesgamos por una de las direcciones. Volvimos a girar, andamos en línea recta cinco minutos más y llegamos. Allí estaba la tierra prometida: con todos los bares cerrados.
............En esa avenida, famosa por su buena música, y las tres o cuatro que la rodeaban, no habían más almas que la de dos estudiantes borrachos con cara de haberles contado un mal chiste.

3 comentarios:

panacea dijo...

Valió entonces la menuda charla platónica!

Unknown dijo...

Oye, pues sí, marchar sí que marchásteis.

Unknown dijo...

Vendo gepeeses muy baratos, señores, me los quitan de las manos. Iforman de quién está escupiendo en la acera cada 5 segundos.

¿Entre los más buscados?

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